sábado, 14 de diciembre de 2024

Caballo negro



 Caballo negro 


Caballo negro,

negro como la noche más oscura.

Envidia, del brillo de tu pelo,

te tiene la luna.

Noble y poderoso caballo,

de escultural figura, 

Sobre los verdes prados,

das rienda suelta a tu locura.

Caballo solitario, 

sin dueño, cuadra o herradura.

Tu merecida libertad,

enfada, preocupa y asusta.

Por el miedo de algunos,

Ya quieren ponerte montura.

Caballo negro,

tan negro como la nada absoluta.

En el reloj del campanario,

han dado ya las una.

Muchedumbre en la plaza 

para ir a darte captura.

Catedráticos,

del uso popular de la cultura,

Cargando sus mochilas,

Llenas de quimeras cada una.

Ambiciones y pretensiones,

que quieren que se cumplan.

Inalcanzable corcel,

que galopas por la llanura.

Teniendo pendiente

la más difícil asignatura. 

Ensoñaciones de posesión,

perdida de cordura.

Caballo negro,

tan negro como la fé más corrupta

El ocaso llega,

no tengas la más mínima duda.

El reloj no da las horas,

las campanas están mudas.

El lamento del tiempo,

en el horizonte se vislumbra.

Con un pie en el estribo

y con el otro en la sepultura 

domingo, 23 de junio de 2024

La tía tragantia



La tía tragantia 

 El día deja paso a la oscuridad, las tinieblas van recorriendo la ciudad, por las callejuelas se oye a alguien susurrar, dejando estas frases en cada esquina.

“Soy la tía tragantía,

Hija del rey Baltasar,

Quien oiga mi cantar,

No verá la luz del día,

Ni la noche de san Juan.”

Así me lo contaba mi primo, que se lo había escuchado decir al cuñado del vecino de uno que había venido de fuera, que decía haberlo escuchado en una plazuela a un hombre mayor de blanca melena. Todo tiene un comienzo y siempre ha de empezar de la misma manera. Erase que se era, según cuenta la leyenda, en un pueblo cercano vivía una hermosa princesa, hija de un rey moro que con los cristianos estaba en guerra. Baltasar por nombre el rey tenía y Zoraida era el nombre de su amada hija. El asedio al rey y sus tierras hacía que fueran continuas las escaramuzas, al final se declara la guerra, moros y cristianos ya están en lucha, Baltasar encabeza sus tropas, la valentía del monarca es bandera para las huestes moras, en el fragor de la contienda fue mal herido, descabalgado y abatido, su cuerpo desplomado en el suelo ha caído ya muerto, sin haber tenido tiempo de contar a nadie su secreto. Antes de salir a pelear y combatir, guardó de forma clandestina su más preciado tesoro, en la mazmorra más oscura, en la cripta más profunda, algo que para él tenía más valor que el oro, Zoraida la princesa allí ha de esperar, para ser liberada por su padre en su retornar, pero pasan los días y su padre no volvía, los víveres empiezan a escasear, la esperanza aún se mantiene viva, como única ocupación el cantar, como única ilusión su pronta salida, pero el tiempo es inexorable y nada lo detiene, la comida se acaba y el hambre se hace persistente, arrastrada por la necesidad termina comiendo sapos, lagartijas y serpientes, las tinieblas de tan lúgubre escondite hace que no distinga la noche del día, pierde la noción de la realidad en su mente, confundiendo futuro, pasado y presente, la debilidad tanto mental como física le hace entrar en un prolongado letargo, permanece por largo tiempo dormida, cuando despierta descubre aterrada que su cuerpo ha cambiado, una extraña mutación le ha convertido en algo diferente, mitad humana, mitad serpiente, imposibilitada del andar por su prisión se ha de arrastrar, busca por todos los rincones una apertura por la que poder escapar, no se sabe cómo ni cuándo, nadie se explica lo que las noches de san Juan viene pasando, cuando el día deja paso a la oscuridad, cuando las tinieblas van recorriendo la ciudad, por las callejuelas se oye a alguien susurrar, dejando estas frases en cada esquina.

“Soy la tía tragantía,

Hija del rey Baltasar,

Quien oiga mi cantar,

No verá la luz del día,

Ni la noche de

 san Juan.”

martes, 28 de mayo de 2024

Plaza

 El calor de mayo se hace tozudo,

Buscando oasis de piedra en la ciudad,

Buscando rincones de silencio y paz,

Un banco me ofrece su asiento duro.


Los cipreses derraman sombra y bondad,

Sus frondosas ramas hacen de escudo,

Ofreciéndome un espacio seguro,

Donde la recompensa es descansar.


Foráneos ávidos de monumentos 

Visitantes llenos de curiosidad,

Compartimos juntos este momento,


Presos de los pájaros y su cantar,

Cómplices de su jaula de cemento,

Testigos silenciosos de su penar

martes, 16 de abril de 2024

Jaén

 Jornaleros vencidos y abatidos,

Trabajadores de campos ajenos,

Servidumbre de hidalguillos y clero,

Secuaces de trapalas y bandidos.


Romería de anarquistas y ateos,

Procesión de silencio y nuevos ricos,

Paseo de vanidad cada domingo,

Señoritingos de escopeta y perro.


Desarraigados buscando un futuro,

De olivos centenarios prisioneros,


Braceros que han recorrido el mundo,

De ciudades en expansión pioneros,


La apatía como último recurso,

De disfrutar la vida los primeros.

martes, 9 de abril de 2024

Alzheimer o como empecé a perderte

 Empezar del principio nuevamente,

¿Donde se marchó tu espíritu inquieto?

Tu sonrisa vaga en el desaliento,

No recuerdo cuando empecé a perderte.


Una mentira, un engaño, un supuesto,

Una esperanza por si tengo suerte,

No recuerdo cuando empecé a perderte,

No recuerdo cuando ni en que momento.


Conversaciones con un desconocido,

El pasado es arena entre tus dedos,

Tu memoria perdida en el olvido,


Espero preguntas que me dan miedo,

No reconoces a tu propio hijo,

Perdido en vida, la muerte en silencio

jueves, 4 de abril de 2024

Arte y liga

 Arte y liga es algo diferente,

Que por su forma de ser es singular,

Que por quienes lo integran es plural,

Es futuro, pasado y presente.


Entre ellos una persona a destacar,

Persona de palabra recurrente,

Persona de verbo irreverente,

Alfonso es una persona peculiar.


Somos un verso suelto de la razón,

Un grito de ilusión y esperanza,

La pincelada fresca de la obsesión.


Todo suma, nada que echar en falta,

Si quieres venir tienes invitación

A una buena tertulia en casa blanca