martes, 10 de junio de 2025
Aracne
jueves, 5 de junio de 2025
Duelos y quebrantos
Más pucheros y menos gazuza, así hablaba Zaratustra. Hoy nos llena de orgullo mostrar al resto del mundo una gastronomía rica y variada, pero, sin embargo, hemos llevado a su muerte a la dieta mediterránea, hoy en día estamos rodeados de alimentos que no alimentan, alimentándonos de productos, de sustancias, que nos envenenan.
La evolución de lo que comemos ha ido ligada a la propia evolución humana, la irrupción del fuego, la salazón, la comida ahumada. Viajes y expediciones organizados en busca de las especies, encontrando por error territorios de herejes, de ese nuevo mundo, nuevos alimentos, una nueva base para nuevas recetas, pero nada como lo antiguo, la comida que hacían nuestras abuelas.
Marmitako, morrococo, andrajos, croquetas, paella, duelos y quebrantos, habichuelas, lentejas y garbanzos.
Llora y grita
“Llora y grita”
La mar grita, de residuos sus entrañas herida. El cielo llora, dolor de la polución que lo devora y mientras el cielo grita y la mar llora, la tierra, resignada, espera que llegue su hora.
La tierra llora y grita, por la contaminación que la vuelve maldita. Mientras cielo, mar y tierra lloran y gritan, la luna, como única testigo, tan solo mira.
La luna, en la distancia, es una mera observadora de quienes destruyen el lugar que habitan, de los que hacen inhabitable el sitio que moran.
¿Quién arroja? ¿quién vierte? ¿quién engaña? ¿quién miente? ¿quién, en su cordura, tuvo la locura de envenenar el medio ambiente?
Ensoñaciones de imperios conquistadores, señores de la guerra, sibaritas de la intriga, virtuosos del engaño y de la mentira, ávidos de poder, de tronos de gachamiga, el tiempo, verdugo cruel, te derroca, te abandona y te olvida.
En las manos de estos tiranos, reside la verdad absoluta, que como casi siempre, ni es la mía, ni la tuya, ellos deciden a quien se extingue, que se esquilma y como se tortura.
Ante tanta injusticia, el mundo grita, por tanta sangre derramada, la humanidad llora, mientras en la tierra se llora y se grita, la luna, como única testigo, tan solo mira.