lunes, 15 de septiembre de 2025

Segura de la sierra

 


Oscuro lienzo en el horizonte, que torna a cobrizos colores en el amanecer.La magia se vuelve aire en cada calle que he de recorrer.

Casas con las puertas abiertas, cuyo interior deja entrever recuerdos de sabores: cordero, aceite, romero y miel.Juegos infantiles resuenan en la plaza, de niños sin nada que temer.

A lo lejos, la silueta del poeta del más allá me hace estremecer.Un libro en su mano —Coplas a la muerte de su padre— parece leer.

Hijo serrano, donde el Guadalquivir soñó con nacer.Encomienda de la Orden de Santiago, enclave digno de defender.

Tejos, sauces, robles y encinas; grasilla, tomillo, pino y ciprés.Un castillo como corona, manto verde oliva a tus pies.

Guardián eterno, pico del Yelmo: pétreo gigante dormido… siempre por renacer.

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